martes, 19 de abril de 2011

Presente, dije, Presente!

Un serruchito transversal en el medio de la parte alta de mi pecho
se conectó con un gran espiral de mi espalda, y surgió el alivio.
¿Cómo pudieron conectarse? gracias a participar de una escucha
no directa hacia esto que estaba vivo allí en mi, sino simplemente
por pausar y disponerme a escuchar lo que estaba sucediendo allí, en frente de mí:
dos seres escuchándose amorosamente, como si esa energía de escucha
se expandiera y tocara suavemente, cálidamente a eso que estaba en mi
clamando por ser atendido.
Me maravilla cómo se irradia esta energía de escucha sanadora, atenta, pone en evidencia
cómo estamos todos interconectados, en red, unidos por invisibles hilos o por sutiles corrientes de
energía que nos tocan, nos mueve, nos conmueven, nos modifican, nos empapan
Con mayor conciencia de esto, quiero moverme por el mundo.