domingo, 11 de diciembre de 2011

Limpiar en plena atención

Durante el almuerzo y la cena cada uno haciendo un gasho va recibiendo sus platos y pasándoselos al que está sentado a su lado.
La sacralidad de lo cotidiano, el acto de comer, sacralizado, tomando en cuenta al otro, al plato, al alimento, recibiéndolo en plena atención y profundo agradecimiento.
Y al final, lo mejor, se recibe una rejilla, para limpiar tu pedacito de mesa, en ese sencillo acto de recibir del que está a tu lado la rejilla, después que él o ella ha limpiado su pedacito y vos después pasarlo al que está sentado a tu lado, está la esencia de nuestro paso por el mundo. Limpiar nuestro propio espacio, literalmente, nuestro propio metro cuadrado, limpiar nuestro corazón de mezquindades, limpiar nuestro ego yendo al desapego.
Sencilla y profunda lección de este zazenkai, de estos dos días de silencio con los hermanos.