lunes, 4 de marzo de 2013

Atención plena a la hora de comer

Estoy leyendo en estos días material acerca de la atención plena aplicada al sobrepeso.
En uno de los textos mencionan este pequeño cuento: Un jinete iba a todo galope en un caballo, y un paisano que estaba al borde del camino, le pregunta: Dónde va? y el jinete responde: No lo sé pregúntele al caballo.
Así es nuestra mente, como este caballo a todo galope que nos lleva a grandes velocidades a lugares que ni siquiera sabíamos que íbamos a ir.
Este caballo puede compararse con lo que podemos denominar "la energía de la costumbre". Esta energía de la costumbre es la que nos lleva automáticamente hacia los alimentos, por ejemplo, como si nuestra mano fuera manejada robòticamente y estuviera programada a tomar un bizcocho tras otro, o un bocado tras otro
sin darnos cuenta que acabamos el paquete o el plato que nos hemos servido.
Nos hemos detenido a saborear cada alimento? Probablemente nuestra respuesta sea negativa.
La propuesta de aplicar la atención plena a lo cotidiano, como por ejemplo a cada vez que nos sentamos a comer, amplía nuestra posibilidad de disfrute, de elección, de poner vida a cada instante.
Eso es lo que nos brinda la atención plena a cada actividad.
Por ejemplo, en este momento, traigo la atención a la postura al escribir, frente a la pantalla, chequeo si la distancia es la que me hace sentir cómoda o no, modifico la espalda, siento los isquiones apoyados en la silla, y desde ese apoyo recorro con mi atención la distancia hasta el piso. Me siento sostenida por el piso.
Algo se alivia en mi estómago, un movimiento descendente, soltando el peso. Aliviada, me siento ahora así.
La pausa  y la atención me permitieron estar más conciente de mi postura ya algo cambia.
Si traslado estos pequeños momentos de pausa y atención a los momentos de alimentarme, cuál sería
el resultado? Pausa, inspirar con conciencia de que ese momento es único. Y así estar atentos también a las emociones o colores emocionales que están como telón de fondo a la hora de acercarnos o abalanzarnos a algún alimento.
La atención plena combinada con EFT (Emotional Freedom Technique) ayuda en esos momentos de atracón, cuando ya nuestra mano es secuestrada y va directamente hacia el paquete una y otra vez, sin que medie nuestra razón.
Tenemos herramientas a nuestro alcance para un mayor bienestar y prevención de la salud. Usémoslas.